Línea Magenta: 5 verdades que debes saber antes de decidir mudarte a Cancún

Línea Magenta: 5 verdades que debes saber antes de decidir mudarte a Cancún

Cambiar de residencia es una decisión complicada pues no solo implica resolver cuestiones como la vivienda o el transporte, sino aclimatarse a toda una nueva forma de vida.

El mar

1. Lo primero que hay que entender (para no sufrir) es que quienes vivimos en el Caribe no vamos todos los días a la playa, ni echamos chela a todas horas (aunque nos gustaría). La vida idílica de los anuncios de hoteles dista mucho de la vida cotidiana de quienes residimos aquí.

Lo que quiero decir, es que si bien es cierto que “siempre nos queda el mar”, hay un punto en que no nos apetece ir con tanta regularidad, incluso en los días de descanso, pues ya nos asoleamos demasiado entre combi y combi.

La comida

2. Seas de donde seas, no esperes encontrar tortillas de maíz en Cancún que llenen tus expectativas. Ni pensar en tlacoyos de haba o casi cualquier platillo garnachero. La verdad, es que si bien es cierto que la comida peninsular como el pescado tikin chix, el relleno negro y por supuesto la cochinita, son platillos dignos de dioses,  echarás de menos una tortilla de masa azul con sal. Independientemente de tu lugar de procedencia, valdrá la pena que te lleves algunos víveres, al menos en lo que te adaptas.

El costo

3. Uno de los motivos principales por los que las personas se mudan a Cancún, es la búsqueda de mejores salarios, y aunque sin duda, la diferencia es notable con respecto al centro del país, y el flujo económico que genera el turismo es esperanzador, los servicios básicos, de salud y vivienda son muy caros, y aunque hay opciones, la diferencia sigue siento muy notable. Los impuestos que se pagan, desde luego son equiparables al aumento salarial.

El clima

4. Aunque este aspecto se llevaría el primer lugar, entiendo que hay personas que disfrutan mucho más del calor que del frío, sin embargo, las altas temperaturas que registra Cancún en meses como julio o agosto, son un motivo de peso para considerar resistir o no residir aquí. Y es que nada tiene que ver con los 38 grados dentro de una alberca con margarita en mano, que abordando la ruta para llegar al trabajo bañado en sudor y con el peor humor del mundo.

Los afectos

5. Cancún es un crisol cultural que permite acercarnos a personas de todo el país y el mundo, sin embargo, es complicado establecer vínculos permanentes, pues la mayoría de personas se encuentran de paso o por periodos laborales establecidos. Lo mejor en este caso, es aprender a escuchar, disfrutar y compartir tiempo de calidad. Aunque despedirse sea una habilidad que cueste trabajo desarrollar, trae consigo mucho aprendizaje.

Por Carolina Chávez Rodríguez