¿Es obligatorio tener una hora de comida en el trabajo? Te decimos
Cancún, Q. Roo.- En México las empresas suelen brindar a sus trabajadores un cierto periodo de tiempo para ingerir sus alimentos, éste por lo general se le denomina “hora de comida”.
Sorpresivamente, la Ley Federal del Trabajo no considera ningún concepto llamado “hora de comida”; más bien, el Artículo 63 de dicha norma refiere un periodo de descanso de 30 minutos al que tienen derecho los trabajadores en una jornada.
El documento no especifica que este periodo de tiempo se utilice para ingerir los alimentos, pero sí establece una penalización para las compañías que no le brinden este descanso a los trabajadores
“Cuando el trabajador no pueda salir del lugar donde presta sus servicios durante las horas de reposo o de comidas, el tiempo correspondiente le será computado como tiempo efectivo de la jornada de trabajo”, señala la ley.
Los empleados tienen derecho a un descanso mínimo de 30 minutos en su jornada laboral, o recibir una compensación en caso que su patrón no les brinde ese espacio.
Ademá de la hora de comida,¿Qué dice la ley sobre la jornada laboral?
Por otra parte, la jornada laboral en México varía según el turno. Según la Ley Federal del Trabajo, en la jornada diurna son ocho horas; en la nocturna, siete, y en la mixta, siete y media.
En cualquier caso, no debe rebasar de las 48 horas semanales.
Además, el pago de dichas jornadas puede variar; según Asuntos legales, cuando los empleados trabajen más allá de la hora de salida estipulada, tendrán derecho a les remuneren el tiempo suplementario.
A la semana, cada trabajador puede trabajar nueve horas extras, según Expansión.
Las horas extra regulares se pagan al doble de una hora de trabajo normal,
Sin embargo, en caso de exceder las nueve horas extra en una semana, el pago es triple.
Para calcular cuánto se debe recibir por cada hora extra, es necesario dividir el sueldo mensual entre 30, para obtener el pago diario.
Luego dividir esta cantidad entre siete, ocho u siete horas y media, dependiendo de la jornada laboral, para obtener el sueldo por hora.
Posteriormente multiplicarlo por dos o tres, según se trate de una hora extra regular o excesiva.