Repunta tasa de suicidios en la entidad luego del Covid-19
Cancún, Q. Roo.- Luego de la pandemia por Covid-19, Quintana Roo pasó del décimo quinto al décimo lugar nacional en tasa de suicidios, con 8.8 casos por cada 100 mil habitantes, según el Inegi.
De 135 hechos registrados en el 2019 se pasó a 209 en el 2020, año de mayor crisis por la contingencia sanitaria. En el 2021 se registraron 204 casos hasta el corte del 14 de diciembre.
Cancún ha sido la ciudad donde más suicidios se reportan, aunque en el 2020 fue Othón P. Blanco donde se registró el mayor repunte, de acuerdo con el artículo Tramas del Suicidio en Quintana Roo: Individualización y Biografías del Riesgo, de Eliana Cárdenas Méndez, Profesora Investigadora de la División de Humanidades y Lenguas de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uaqroo), publicado el 20 de agosto del 2023.
En el 2020, los municipios con mayor incidencia fueron Benito Juárez, con 60 casos, contra 57 del año anterior; Othón P. Blanco, que pasó de 14 a 32, teniendo un incremento del 129 por ciento; y Solidaridad donde se reportaron 22 sucesos contra los 18 ocurridos en el 2019.
El mayor número de suicidios del 2021 ocurrió en mujeres de 24 a 34 años, seguidas de mujeres de 15 a 24 y de 35 a 44. Entre los hombres, la mayor incidencia está en la población de 15 a 24, años, seguidos de los de 25 a 34 años y de 34 a 44, señaló la académica.
Suicidios en Quintana Roo ¿por qué se quitan la vida?
De acuerdo con el Médico Cirujano y Homeópata Iván Zúñiga Carrasco, hay dos argumentos sobre las causas del suicidio en Quintana Roo, uno de carácter social y otro, psicológico.
El primero establece una relación entre la pobreza y el suicidio.
Las ciudades turísticas de Quintana Roo, a pesar de ser un imán de visitantes nacionales e internacionales, que dejan derramas económicas multimillonarias, también son lugares donde la marginación, delincuencia, violencia intrafamiliar, narcomenudeo, prostitución y pederastia están presentes.
Cada año llegan miles de migrantes de las zonas rurales, sobre todo de Veracruz, Yucatán, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y la Ciudad de México, en busca de mejorar sus condiciones de vida, pero terminan habitando en asentamientos irregulares en la periferia.
Tener un empleo no garantiza el bienestar, sostiene el médico, “son cientos los que terminan una jornada laboral y regresan a una casa instalada en un lugar donde hay gente hacinada que sobrevive con un promedio de cien pesos diarios, y donde no hay servicios básicos”.
Además, según el Inegi, el 56 por ciento de las personas que cometieron suicidio en México contaba con un trabajo; 33 por ciento estaba desempleado y el 2 por ciento no se especifica.
Muchas personas optan por el suicidio para escapar del caos y el desorden social.
En Quintana Roo los suicidios son “pan de cada día”, no varían en fechas específicas del año, como diciembre y enero; pero sí hay un repunte en junio y julio, meses que coinciden con la temporada alta vacacional y altas cargas de trabajo, continúa Zúñiga.