En Q. Roo viven 4 de 7 especies de tortugas marinas; conócelas

En Q. Roo viven 4 de 7 especies de tortugas marinas; conócelas

Cancún, Q. Roo.- Cada 16 de junio se celebra el Día Mundial de las Tortugas Marinas, que destaca los peligros que acechan a esta especie milenaria y la necesidad de involucrar a más personas en su conservación.

Las tortugas, tal como las conocemos, han estado en la tierra por alrededor de 100 millones de años, y abarcan siete especies: laúd, caguama, verde, carey, lora, golfina y kikila, según la Universidad Nacional Autónoma de México.

En el país habitan seis de las siete especies a nivel mundial, que se encuentran en peligro de extinción, amenazadas por el cambio climático, la contaminación la destrucción de sus hábitats debido al turismo y al desarrollo humano, la casa ilegal, y la pesca accidental.

Mientras que Quintana Roo, particularmente en la zona norte, es la única región del país donde llegan cuatro tipos: verde, carey, caguama y laúd.

La tortuga verde es la única que se asolea fuera del agua. Se encuentra en casi todos los océanos del mundo con temperatura superior a 20° C, no les gusta el frío. En el país, además de Quintana Roo llegan a Baja California y a las costas desde Sinaloa a Chiapas. En el Atlántico anidan en Tamaulipas, Campeche, Veracruz y Yucatán, según Aquaworld.

Se calcula que la tortuga carey llega a desovar en más de 60 países, principalmente aquellos con baja densidad poblacional. Es una especie primordialmente tropical, que prefiere aguas claras con fondos rocosos y abundancia de alimento. Pueden vivir entre 30 y 50 años.

La caguama puede alcanzar más de un metro de longitud y pesar más de 100 kilogramos. Esta especie es capaz de nadar más de 4 mil 800 kilómetros en sus rutas migratorias. En vida silvestre pueden vivir hasta 62 años y en cautiverio, 33.

Finalmente la laúd es la especie de tortuga más grande de todas. Las del Pacífico mexicano pueden medir hasta 2.56 metros de longitud y pesar más de una tonelada. Lamentablemente los especímenes grandes son cada vez más raros.

En los años 80 se registraron hasta 91 mil hembras en playas mexicanas; lo cual convirtió a México en el principal sitio de anidación de la tortuga laúd en el mundo, pero desde entonces ha habido una dramática disminución en la cantidad de nidos.

En Isla Mujeres comenzó todo

El programa de protección a la tortuga marina comenzó en Isla Mujeres, en la década de 1964. De acuerdo con Swiss Info, el pionero fue Gonzalo Chalé, un pescador que sintió lástima por ver cómo cientos de huevos de tortuga se perdían cuando estos eran capturados.

Hasta la década de los 70, la especie no estaba protegida en México, lo cual también aceleró la reducción de la biomasa.

El pescador comenzó a recuperar los huevos directamente del vientre de las hembras, y trasladarlos a un “santuario” que él bautizó como Playa Gaviotas, donde el primer año logró la eclosión de 4 mil tortuguitas. Posteriormente surgió en ese lugar la famosa Tortugranja.

Cuenta el cronista Fidel Villanueva Madrid que Gonzalo tuvo el apoyo de toda su familia. Se calcula que liberaron a cientos de miles de ejemplares, pero perdieron la cuenta luego de rebasar el millón y medio. Posteriormente, el programa de conservación se fue “oficializando” y mejorando, hasta que se extendió en todo México y después por el mundo.

Akumal el paraíso de la tortuga

Actualmente Akumal es otro de los puntos de conservación más importantes de la tortuga marina en Quintana Roo. No por nada su nombre en maya significa “lugar de las tortugas”.

Para coordinar las labores de conservación se fundó el Centro Ecológico Akumal, institución que contribuye a la sostenibilidad ambiental del Caribe Mexicano, según la UNAM. Dicho espacio tiene sus propios programas de estudio sobre Ecosistemas Costeros, Tortugas Marinas, Calidad del agua, Desarrollo Sostenible, Educación Ambiental y cuenta con un Área de Difusión y Comunicación.

Uno de los principales atractivos turísticos de Akumal es el avistamiento de tortugas marinas y una parte de los recursos que se obtienen de la actividad turística se destina a financiar las investigaciones.