Construyen nuevo museo cultural en corazón de la zona maya
Cancún, Q. Roo.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció que se trabaja en la creación del Museo Histórico de la Ciudad de Felipe Carrillo Puerto para destacar un lugar sagrado de los rebeldes mayas durante la Guerra de Castas, con gran importancia cultural y política. Para ello se rehabilita el inmueble que alojó el internado indígena “Gral. Lázaro Cárdenas”, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Asimismo se busca saldar una deuda histórica, porque los acontecimientos políticos en torno a Noh Cah Santa Cruz Balam Nah (Gran pueblo de la Santa Cruz, de la casa del jaguar), que se fundó el 15 de octubre de 1850, luego del levantamiento conocido como la Guerra de Castas, iniciado tres años antes, posibilitaron, más de un siglo después, el 8 de octubre de 1974, la fundación de Quintana Roo como entidad federativa.
“La finalidad del museo es no quedarse en una crónica de los hechos ocurridos en el siglo XIX, sino reflejar también la contemporaneidad de los mayas, cuidando que su presencia y voz estén representados”, explicó el director del Centro INAH Quintana Roo, Margarito Molina Rendón.
Así se integrará el museo de Felipe Carrillo Puerto
El nuevo recinto cultural para el estado, tendrá seis ejes temáticos, expusieron profesionales de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH y del Centro INAH Quintana Roo. Dicho espacio fue diseñado en diálogo con integrantes de las comunidades.
El primero explorará la historia de la fundación de Felipe Carrillo Puerto y su papel en la Guerra de Castas, así como la importancia de la “Cruz Parlante” un artefacto que “hablaba” y mediante el cual se intentó convertir a los mayas al catolicismo y manipularlos.
La segunda sala abordará la producción del chicle en la región. La única goma de mascar natural en el mundo, proveniente del árbol de chicozapote en las selvas quintanarroense y campechana, y que tuvo alta demanda durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, y la Guerra de Corea. En el gobierno cardenista se crearon cooperativas, para que estas tuvieran condiciones de negociación más favorables con las grandes compañías extranjeras.
El tercer apartado aborda la educación tras la terminación de la Guerra de Castas, en 1901. Los mayas mantuvieron una actitud hostil hacia toda institución federal, incluida la política educativa integracionista, liderada por José Vasconcelos, en la década de 1920. Rechazaron a los maestros de todas formas y no fue sino hasta los años 50, cuando fructificaron los esfuerzos por llevar la educación formal a este territorio.
La silvicultura, por medio de la milpa y la extracción de la miel, son el eje de la cuarta sección. Como refiere Molina Rendón, desde tiempos prehispánicos y hasta hoy, los mayas han practicado la apicultura con la abeja melipona. Lo mismo sucede con la milpa, sistema en el que conviven el maíz, el frijol y la calabaza, al que acompaña un complejo calendario ritual vinculado con las deidades de la selva.
Historia actual
En la quinta sala se pondrá énfasis en el fenómeno del turismo como actividad económica global, el cual, a partir de la creación de Cancún, en 1971, se dio de forma masiva en la costa norte del estado, integrando como mano de obra a mucha de la población maya, y dio origen a un desarrollo desigual.
Por último, el museo tratará el arte y la religiosidad popular maya, compuesta por múltiples expresiones en las que la Santa Cruz permanece como símbolo reverenciado en cinco santuarios, incluido Felipe Carrillo Puerto.
Por ahora se está integrando el acervo del museo, que abarcará piezas representativas, como una pequeña cruz de inicios del siglo XX, donada por un teniente de la guarnición de Tixcacal Guardia; o fotografías de las formaciones rebeldes en la década de 1930, capturadas por Sylvanus Morley en su visita a dicha localidad.
La actual ciudad de Felipe Carrillo Puerto, nombrada así hace 90 años, en reconocimiento al exgobernador de Yucatán, promotor de la organización y la defensa de los mayas de la península, fue la capital del territorio rebelde de la Guerra de Castas, la cual duró 54 años.