Sé testigo del cometa del siglo; te decimos cuándo y dónde verlo

Cancún, Q. Roo.- En septiembre y octubre, el mundo será testigo de un espectáculo celestial sin precedentes: el paso del cometa C/2023 A3 “Tsuchinshan-ATLAS”, también conocido como el “cometa del siglo”. Los astrónomos predicen que será excepcionalmente brillante, similar al cometa Halley en 1986 o el NEOWISE del 2020.

Los cometas son objetos celestes hechos de gases congelados, rocas y polvo, que orbitan alrededor del sol. Cuando se acercan al astro, su calor hace que los gases congelados se sublimen, creando una atmósfera y una cola que refleja la luz solar, lo que los hace visibles desde la Tierra.

Tsuchinshan-ATLAS es un cometa de órbita larga, lo que significa que proviene de la nube de Oort, una región del sistema solar exterior donde se encuentran millones de cometas. Su aparición será un evento único, pues es uno de los meteoros más brillantes de los últimos tiempos y su órbita es increíblemente larga; abarca cerca de 26 mil años.

El mejor día para ver al cometa será el 2 de octubre, cuando alcanzará su máxima brillantez. Sin embargo, estará visible en el cielo del hemisferio norte desde el 27 de septiembre hasta la última semana de octubre.

Para observarlo, es recomendable buscar un lugar con poca contaminación lumínica, de preferencia elevado. El cometa se verá mejor cerca del horizonte, en la ruta del sol, justo antes del amanecer, entre las 05:00 y 07:00 hrs.

Verlo será una oportunidad única para ti y tu familia, pues la última vez que cruzó el cielo terrestre fue hace 26 mil años, pero además no es un cometa periódico, como Halley o el Diablo, así que es probable también que se pierda en la inmensidad del espacio.

¿Sabías que?

Los cometas pueden tener colas de hasta 100 millones de kilómetros de largo. El más famoso de ellos es Halley, que ha sido visible desde la Tierra en varias ocasiones, incluyendo en año 1066 y 1986.

También atañen su peligro, pues pueden ser una fuente de meteoritos y partículas que caen a la Tierra.

La NASA y otras agencias espaciales han enviado misiones para estudiar cometas y obtener muestras de su material.