Insisten en construir polémico desarrollo en la zona hotelera
Cancún, Q. Roo.- La empresa Hazama Corporation volvió a someter a evaluación ambiental el proyecto Península Cancún, por tercera vez. Este busca construirse sobre el campo de golf Pok Ta Pok, en el kilómetro 7 de la zona hotelera de Cancún.
La inversión prevista para en esta ocasión es de 23 mil 961 millones de pesos, un incremento de 7 mil 519 millones respecto a los 16 mil 422 millones de pesos anunciados el pasado mayo, señaló El Economista.
La propuesta, que con anterioridad había sido rechazada por hoteleros y activistas ambientales, contempla la construcción de mil 370 viviendas y 810 cuartos hoteleros en una superficie de 12.14 hectáreas.
Los detractores temen que esta obra contribuya a la sobredensificación de la zona hotelera de Cancún, ciudad que cuenta con más de 45 mil habitaciones.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Jesús Alamaguer Salazar, expresó su oposición al proyecto y anunció que se preparan para ir en contra de él en caso de que se autorice. «Hacer esto es atentar contra la principal zona turística del país», dijo.
Asimismo, los vecinos de Pok Ta Pok también se han opuesto, desde su anuncio. Aunque presuntamente el proyecto se incluyó en el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) del municipio Benito Juárez sin consulta ciudadana previa.
Sobredensificación de la zona hotelera en Cancún
Desde su fundación, en los años 70, Cancún ha experimentado un crecimiento turístico explosivo, pero a la vez desordenado, pues aunque se ha elevado la capacidad de alojamiento, los servicios básicos no se han cubierto a la misma velocidad.
Esto ha provocado problemas como la contaminación por manejo inadecuado de aguas residuales, que muchas veces se descargan sin un tratamiento adecuado, según Cancunissimo.
Asimismo, la construcción de grandes complejos hoteleros ha acelerado la erosión de las playas, por la alteración de la duna costera y la vegetación costera, lo que conlleva un daño a la flora y faunas locales.
Se explota a niveles insostenibles los acuíferos de la zona, lo que podría llevar a una escasez de agua potable en el futuro cercano. También ha aumentado la huella de carbono en la zona.
Hace falta también infraestructura para el adecuado manejo de residuos sólidos, incluso, el relleno sanitario de la región colapsó a finales del 2023, a apenas 11 años de su creación, aunque durante su creación se le estimó un tiempo de vida de 20 años.