La Cascarita: ¿Justa despedida para El Lobo Mayor?

La Cascarita: ¿Justa despedida para El Lobo Mayor?

Raúl Alonso Jiménez, “El Lobo Mayor” se despidió del Wolverhampton entre aplausos y cánticos del público que a pesar de una mala temporada reconoció su paso y legado en la Premiere League, sin embargo, su entrenador no le dio oportunidad de jugar y lo relegó una vez más por lo que su despedida no fue para muchos la que se merecía.

En las últimas jornadas era una constante la no convocatoria de Raúl Jiménez para salir al menos a la banca, su entrenador Julen Lopetegui, no le perdonó que optara por irse al mundial de Qatar, en lugar de ponerse en forma con el equipo.

Se lo hizo saber, lo declaró públicamente, no debió ir al mundial, pues luego de la lesión sufrida en aquel partido contra el Arsenal producto de un cabezazo con el brasileño David Luiz, nunca volvió a ser el mismo y luego de lesiones posteriores a su regreso, era crucial su recuperación.

En su afán por ir a un mundial con México pagó el precio y fue borrado del Wolverhampton, lo que muchos mexicanos consideraron como injusto por la historia del “Lobo Mayor” en temporadas anteriores que incluso los llevó a estar cerca de las competiciones europeas.

Raúl Jiménez se convirtió en un goleador recurrente cuando estuvo en su mejor momento, e incluso sonó para reforzar al Barcelona, en su carrera en el equipo inglés consiguió 57 anotaciones de las 89 que ostenta en Europa y lo ponen como el tercer mejor goleador mexicano en el “Viejo Continente” solo por debajo de Javier Hernández y Hugo Sánchez.

Raúl fue en su momento el referente del equipo Wolvehampton, la camiseta que más se vendía, el estadio coreaba su nombre, aficionados mexicanos comenzaron a ir a ver los partidos, niños en las calles portaban la playera del llamado “Líder de la manada”.

Una lesión en su mejor momento lo dejó fuera de las canchas por casi un año, muchos pensaban que incluso no podría volver a jugar al futbol, pero Raúl regresó, y si bien nunca fue el mismo, el entusiasmo, las ganas en los entrenamientos, su dedicación y amor por su club lo mantenían a flote.

Por su legado, su historia, y todo lo que le dio a la afición, Raúl Jiménez mereció al menos disputar su último partido, sentir el césped que ya no volverá a pisar, al menos con la camiseta amarilla, con la de los lobos, merecía guiar a la manada una última vez y tener la posibilidad de anotar su último gol, pero no fue así.

Lopetegui no le dio esa última oportunidad, no lo dejó decir adiós como todo futbolista sueña, es por eso la pregunta ¿Justa despedida del Lobo Mayor?

Nos leemos el próximo lunes y no olvides echar… La Cascarita.

Por Armando Herrera