Caminos del Mayab: Nadie está a salvo

Caminos del Mayab: Nadie está a salvo

Mientras la mayoría de las y los políticos, así como funcionarios públicos están entretenidos con el proceso electoral adelantado de los que aspiran a la Presidencia de la República, tanto del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como de la Alianza ¡Va por México! que aglutina a la oposición, Quintana Roo se desangra en la inseguridad y la falta de impartición de justicia.

Con lo sucedido el domingo pasado en Bacalar, donde dos elementos del Ejército Mexicano fueron privados de su libertad por presuntos sicarios, y uno de ellos fue encontrado este martes con huellas de tortura.

Ayer mismo cuatro elementos policiacos de Tulum fueran atacados a balazos en la zona de transición y uno de ellos perdiera la vida; así como un hombre que se salvó de ser ejecutado por dos sujetos a la salida de un colegio particular en Cancún, parece que nadie está a salvo.

Y no se trata de hechos aislados, o de robos que se salen de control, sino se trata de objetivos específicos en aparentes ajustes de cuentas por razones que tanto las víctimas como los victimarios conocen.

Sólo en mayo, el Semáforo Delictivo de Quintana Roo registró:

  • 63 homicidios
  • 10extorsiones
  • 183 actos de narcomenudeo
  • 299 robo a vehículo
  • 101 robo a casa habitación
  • 194 robo a negocio
  • 278 lesiones
  • 69 violaciones
  • 576 hechos de violencia familiar
  • 1 feminicidio

Hasta ahora, ningún gobierno ha podido crear una estrategia concreta para mitigar el crecimiento de la inseguridad; además del rezago que existe en la impartición de justicia, así como la corrupción que impera en la Fiscalía General del Estado.

Existen otros problemas sociales, como los mencionados en mi opinión pasada, pero mientras los encargados constitucionalmente de garantizar la seguridad para las y los quintanarroenses estén entretenidas y entretenidos en el proceso electoral del 2024, y unos más se vean ya con una candidatura, la sociedad seguirá desprotegida. Al tiempo…

Sascab

A veces los reporteros tenemos la culpa que las y los politiquillos nos traten con la punta del pie. Ayer, el aspirante a la candidatura a la Presidencia de la República por parte del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, le levantó la voz a una compañera que le increpó sobre “el cochinero” en el proceso de Morena.

En mi tiempo, si una fuente nos faltaba al respeto o nos quería alzar la voz, con naturalidad nos levantábamos del lugar; porque si no respeta nuestro trabajo, considero que tampoco nosotros debemos darle voz.

Sin embargo, como dice el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “la mayoría ya no son medios de comunicación, sino medios de manipulación”. Ahí se las dejo…

Por Martín G. Iglesias