Día de Muertos: ¿Cuándo se pone la ofrenda para las mascotas?
Cancún, Q. Roo.- El día de Muertos, tradición milenaria mexicana, se extendió desde hace algunos años a las mascotas. Ahora es común colocar altares no sólo para familiares, también para lomitos y michis.
El 27 de octubre es el día marcado para ello, desde el 2019, fecha en que la empresa de servicios funerarios Funeral Pet propuso destinar un día para recordar a los miembros peludos de la familia, según El Universal.
Las ofrendas de las mascotas deben tener los elementos típicos de una ofrenda tradicional, como su fotografía, flores, incienso, agua, comida, premios y su juguete favorito, si aún se conserva.
También se pueden incluir su cama o cobija, o incluso las cenizas del animal, para recordarle al espíritu que la casa donde habitaron continúa siendo su hogar, y que su familia aún los quiere y recuerda.
El objetivo de esta práctica es concientizar a la sociedad sobre lo importantes que pueden llegar a ser las mascotas en la vida de las personas, pues para muchos no sólo son un perro o un gato, son un “perrijo” o “gatijo”, un miembro más de la familia e incluso la razón que los ancla a la tierra.
Evidentemente los altares no se restringen a perros y gatos, aunque son los más comunes, también hay algunos destinados para loros australianos, cuyos, hámsters, etcétera.
Día de Muertos: Patrimonio de la Humanidad
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la celebración prehispánica del Día de Muertos.
Aunque se realiza en todo el país, hay variaciones regionales, pero los elementos comunes son visitas a los cementerios para arreglar los sepulcros, comida alusiva a la fecha, altares, las famosas catrinas y las “calaveras literarias”, que son versos escritos de manera satírica dedicados a algún personaje, que reflejan acontecimientos de interés general.
De acuerdo con la antropóloga Lourdes Aquino Rodríguez, el Día de Muertos surgió mucho antes que los españoles llegaran a México. Seis de los 18 meses del calendario mexica tenían festejos dedicados a rendir culto a los difuntos.
Por su parte, en el viejo mundo el 1 y 2 de noviembre se celebraba a todos los santos y a los fieles difuntos, conforme al santoral romano católico.
Según las creencias de las regiones de Castilla la Vieja y Aragón, los espíritus regresaban en esas fechas a este mundo, por lo cual hacían fiesta, preparaban sus camas, les horneaban pan, ofrendaban vino, arreglaban sus tumbas y hacían repicar las campanas de la iglesia.
Posteriormente, ambas festividades se encontraron en Mesoamérica y coincidieron en fecha, fusionándose y dando origen a la celebración actual, según la Universidad de Veracruz.